Historia · Personajes

El montañista español, Juanjo Garra falleció en el Dhaulagiri durante el descenso

El catalán muere atrapado en el Dhaulagiri tras sufrir una rotura de tobillo poco después de llegar a la cima

Manuel Abdón Salinero

Edición: CCAM



Sufrió una fractura en el tobillo en el descenso el pasado jueves. Las malas condiciones meteorológicas impidieron su rescate. La familia ha decidido no recuperar el cuerpo.

Nota de fecha - 27/05/2013 -

Juanjo Garra en el Dhaulagiri. Foto: www.masdeporte.as.com

 

El alpinista español Juanjo Garra no ha podido ser finalmente rescatado en el Dhaulagiri (Himalaya nepalí) y ha muerto esta madrugada, según ha confirmado su familia en la página web oficial del montañero.

Juanjo Garra, de 49 años, sufrió el pasado jueves unafractura en el tobillo durante el descenso de la cumbre y las malas condiciones meteorológicas impidieron su rescate. El leridano había pasado cuatro noches al raso, atrapado a unos 7.500 metros de altura, por lo que el estado de debilidad en el que se encontraba ha hecho imposible que pudiera salir de la zona y llegar al campo 3 para ser rescatado por un helicóptero.

Junto a él se encontraba Kkeshap Sherpa, quien le acompañó en todo momento. Kkeshap fue la persona que resbaló en el descenso y arrastró a Garra, que terminó cayendo y con una fractura en el tobillo que, a esa altura y en circunstancias tan adversas, ha resultado mortal.

El alpinista de Lérida estuvo atendido hasta el último instante por el equipo de rescate que pudo llegar hasta él en la tarde del domingo, donde fue tratado con medicamentos, oxígeno y comida, aunque finalmente todos los esfuerzos han resultado vanos. Juango Garra ha fallecido después de que el pasado jueves hiciera cumbre en el Dhaulagiri, su novena cima superior a los 8.000 metros.

Juanjo Garra en el campamento base del Dhaulagiri. Foto: www.juanjogarra.wordpress.com

 

Los familiares del alpinista han decidido no recuperar el cuerpo “para no poner más vidas en peligro”. Así lo ha explicado a EFE el portavoz de la familia, Miquel Àngel Corts, según el cual intentar bajar su cuerpo desde donde se encuentra, a casi 8.000 metros de altura, sería poner a otras personas en riesgo, por lo que han decidido dejarlo donde está. “Juanjo se quedará donde quería estar, en el cielo”, ha dicho Corts.

En su web oficial, la propia familia anunciaba la trágica noticia y expresaba su agradecimiento a los equipos de rescate:
 

“A pesar de los esfuerzos de muchísima gente; a pesar de la fuerza que habeis hecho todos y, sobre todo, a pesar de la resistencia heróica que ha puesto Juanjo Garra, acompañado hasta el último aliento por Kheshap Sherpa, la montaña ha decidido quedarse para siempre con la compañía de quien tanto la quería.

La familia y los amigos queremos expresar de manera muy especial su agradecimiento a todos los que, de una forma u otra, han participado en la operación de rescate más espectacular que se ha visto jamás en el Himalaya. No menos de ocho personas han salvado la vida gracias al operativo montado especialmente para rescatar a Juanjo. Ésta és una victoria más que debemos apuntar en su balance.

También queremos agradecer las innumerables muestras de apoyo y afecto que hemos recibido desde que la mala suerte provocó que, una simple rotura de tobillo, derivara en el fatal desenlace”.


Fuente: www.masdeporte.as.com


Fractura mortal a 8.000 metros

- por Óscar Gogorza -

“Estoy todo lo bien que puedo estar dadas las circunstancias”, aseguraba, el pasado 23 de mayo, el alpinista catalán Juanjo Garra (49 años; director técnico de la Federación de Entidades Excursionistas de Cataluña). A través de la emisora, su voz debió de sonar serena. Pero al hacer un repaso objetivo de sus circunstancias, alguien con la experiencia en altitudes extremas como Garra debió de convenir que con un tobillo fracturado y a 8.000 metros de altura, justo por debajo de la cima del Dhaulagiri (8.167 m) que acababa de hollar, solo un milagro de resistencia y solidaridad podría extraerlo de su pesadilla. Finalmente, se dieron ambas cosas: sin poder caminar, el catalán soportó sin abrigo ni alimentos tres días con sus noches a una altitud que devora los organismos. Aguantó lo justo para ver llegar a un equipo de sherpas que le enchufaron oxígeno artificial, le hidrataron, alimentaron y arroparon. Aunque no pudieron moverlo de donde se hallaba. Hubo resistencia sobrehumana y un nuevo ejemplo de solidaridad. Pero Garra falleció ayer muy cerca de la cima. Fue su noveno y último ochomil coronado, después del Broad Peak (con el que se estrenó en 1991), Everest, Kangchenjunga, Lhotse, Cho Oyu, Manaslu, Gasherbrum II y Shisha Pangma.

Cronología desde el momento del accidente de Juanjo en la cara noreste del Dhaulagiri hasta el día que fallece Juando Garra. Foto: www.deportes.elpais.com

 

De las circunstancias terribles mencionadas por Garra, solo la presencia de Kheshap Sherpa iluminaba en ese momento un decorado oscuro. Si Iñaki Ochoa tuvo en el rumano Horia Colibasanu una sombra que se negó a abandonarle, Garra ha conocido la misma suerte en la figura de un sherpa llamado Kheshap, el mismo que tropezó durante el descenso y provocó la fractura de tobillo del catalán. Así, unidos por una cruel fatalidad, los dos han pasado casi cuatro jornadas peleando por huir de una montaña que habían hollado con solvencia y a que ahora les retenía, encadenados sus destinos por un percance de apariencia menor pero insuperable en dichas cotas. Tras pasar la primera noche a la intemperie, la pareja se puso en marcha al día siguiente, buscando desesperadamente perder altura, acercarse a la supervivencia. Llegaron a descender 100 metros de desnivel y ya no pudieron pasar de los 7.900 metros.

Mientras, la alarma sonó incluso en el campo base del Everest, donde Jorge Egocheaga, Alex Txikón, Damián Benegasy Ferran Latorre se ofrecieron para participar en un rescate que contaba con la inestimable colaboración de Simone Moro y su helicóptero, apenas unos días después de batir el récord del rescate a más altura realizado desde el aire: recuperó a 7.800 metros a un alpinista canadiense en el Everest. Ese día, el piloto Maurizio Folini, a los mandos del aparato de Moro, abrió una puerta a la que se ha aferrado el equipo que pretendía rescatar a Garra. “Estuvimos muy cerca de conseguirlo. Hemos vivido días de angustia y estoy muy decepcionado por no haber podido rescatarle con vida”, señala Ferran Latorre en declaraciones a RAC1. “La situación era muy grave. Una rotura a esa altitud es mortal”, añade Manuel González, compañero de ascensión de Garra, cuyo cuerpo descansará en la misma montaña. “No vamos a poner en peligro la vida de nadie para recuperarlo. Es duro, pero es comprensible”, añade González.

El mal tiempo limitó la calidad de los vuelos del helicóptero: el alemán Dominick Moller junto a tres sherpas alcanzó a pie el campo 3, portando bombonas de oxígeno. Desde ese punto, dos de los sherpas lograron alcanzar el punto en el que se hallaban Garra y Kheshap. Este alcanzó por sus medios el campo 3. Si bien el helicóptero no pudo superar este punto, rescató en varias tandas al menos a ocho personas varadas en dicho campo: la víspera, el aparato encontró y rescató de forma casual a un alpinista indio que se encontraba perdido hacía dos días por encima de 7.400 metros y luego hizo lo propio con cinco miembros una expedición india, y dos sherpas de una alpinista japonesa desaparecida cerca de la cima. En uno de los vuelos, el helicóptero pudo depositar en el campo 3 a Egocheaga y Mingma Sherpa, quienes supieron del fallecimiento del catalán cuando caminaban a su encuentro.

Juanjo Garra en el Dhaulagiri. Foto: www.juanjogarra.wordpress.com

El equipo de rescate solo pudo descenderlo 100 metros desde el lugar donde sufrió el accidente.

Hubiera hecho falta un trabajo enorme para salvar la delicada travesía que conduce hasta el campo 3, o contar con el helicóptero para extraer al herido antes de afrontar la travesía en la que falleció el aragonés Pepe Garcés en 2001. En esta misma montaña fallecieron en 2007, sepultados por un alud, el también aragonés Santiago Sagasta y el navarro Ricardo Valencia.

La espera de Manolo González

En el mismo campo 3, a unos 7.500 metros de altitud, el andaluz Manolo González ‘Lolo’ ha vivido el reverso de una situación angustiosa.

En 2011, ‘Lolo’ y su amigo Garra hollaron la cima del Lhotse. Durante el descenso, se perdieron de vista y el andaluz no alcanzó el último campo de altura. Garra le dio por fallecido y siguió su camino hasta el campo base, donde le aseguraron que ‘Lolo’ había sido localizado vivo a 8.000 metros, aparentemente con fracturas en las piernas que le impedían moverse. Los guías argentinos Damián Benegas y Matoco acudieron en su ayuda y le salvaron la vida. Ese día, Juanjo Garra se reprochó no haber tenido fuerzas suficientes para haber regresado sobre sus pasos a buscar a su amigo. Es más, hizo pública su autocrítica, gesto nada frecuente. En la frontera de los 8.000 metros, querer no siempre es poder.

En esta ocasión, ‘Lolo’ ha permanecido en el último campo de altura esperando a Garra, tratando de brindar ayuda, por esta vez en el lado ‘amable’ de una situación desesperada que nadie conoce como él.

Todos los que han participado en el rescate se encuentran ya a salvo.

Campamento 1 en el Dhaulagiri durante la fase de aclimatación. Foto: www.juanjogarra.wordpress.com


Fuente: www.deportes.elpais.com


Más de 60 españoles han sido víctimas del Himalaya desde 1971

Desde 1971 que falleció Jordi Matas, numerosos montañeros españoles han perdido la vida en las montañas más altas del planeta. Edemas, caídas, aludes… complican el objetivo.

Con la muerte de Juanjo Garra en el Dhaulagiri son numerosos los montañeros que han perdido la vida en las últimas cuatro décadas. La primera muerte de la que se tiene constancia es la de Jordi Matas en el año 1971. Desde entonces, nombres como Iñaki Ochoa de Olza, Tolo Calafat, Luis María Barbero, Rafael Guillén quedaron ligados para siempre a las tragedias en las montañas. Los edemas provocados por el mal de altura, pulmonares o cerebrales, como el de Ochoa de Olza, o los accidentes, como el sufrido por Garra al sufrir una rotura de tobillo, aludes y congelaciones son las principales causas de los fallecimientos:

1971. Fallece Jordi Matas

1981.Enric Pujol muere en la bajada del Broad Peak.

1982. Pere Aymerich, y Enric Font, fallecen cuando descendían del campamento 5 del Manaslu a 7.400 metros.

1985. Juan José Navarro resulta muerto al caer cuando iba en una cordada a 7.500 metros por la vertiente tibetana del Everest.

1986. Carlos Rábago muere cuando escalaba el Gasherbrum II (8.035 metros). Ese mismo añoPedro Alonso López resbala a 7.500 metros de altura poco antes de alcanzar la cima de Lhotse.

1987. Andrés Ferrer falleció cuando era trasladado desde el campo 3, a 6.800 metros, al campo 1 del Everest tras sufrir una caída el día anterior. Ese año también mueren Toni Sors, Segi Escalera, Frances Porras y Antoni Quiñones, mueren por un alud en la escalada del Lhotse.

En el campamento 2 del Dhaulagiri, de fondo se ve el Annapurna. Foto: www.juanjogarra.wordpress.com

 

1989. Año especialmente trágico para el montañismo español. Santiago Suárez Alonso, de 34 años, falleció al sufrir una caída de 250 metros, cuando se encontraba a 7.250 metros de altura en la escalada del Manaslu. Antxon Ibarguren pierde la vida pocos minutos después de conquistar la cima del Gasherbrum II al sorprenderle un alud. Los cuerpos de Francisco Salgado Rivera, Antonio Luis Galea Gordillo, José María de Miguel Renedo y su hermano, Pablo de Miguel Renedo, fueron encontrados por dos alpinistas alemanes que ascendían el Pumori. Y Quico Dalmases Cunill, de 31 años, desapareció en el Dhaulagiri, de 8.172 metros, cuando afrontaba en solitario la ascensión.

1990. Otro año especialmente duro. Myriam García, Jesús Eladio y Miguel Ángel Lausín, son localizados tras desaparecer en la ascensión al Meru Nort (6.450 metros). Además, Albert Ibáñez y Josep Grañó pierden la vida en el Hidden Peak. Poco después Rafael Gómez Menor es arrollado por un alud en el Everest. Para finalizar, este mismo año fallece Juan Martínez Selles en el Shisha Pangma (8.013 metros) por congelación tras verse sorprendido por una tormenta.

1991. Manu Badiola, de 36 años, fallece al sufrir una caída cuando descendía del Makalu.

1992. José Joaquín Goñi Azanza, cae al vacío en el Ama Dablan (6.812 metros), en el Himalaya nepalí.

1993. Antonio Miranda, de una expedición alavesa, pierde la vida al caer por una pared de dos mil metros de desnivel a una altura de 8.100 metros en el Everest.

1994. Atxo Apellaniz, integrante de la expedición de “Al filo de lo imposible” de TVE, muere por agotamiento en el campo base tras alcanzar la cumbre del K-2. Antonio López Almudévar, por su parte, fallece al sufrir una caída en el Nanga Parbat.

Juanjo Garra en Katmandú. Foto: www.juanjogarra.wordpress.com

1995. Jordi Anglés sufre una caída fortuita en el descenso del K-2 y muere a 400 metros del campo base. En ese mismo monte fallecen Javier Escartín, Javier Olivar y Lorenzo Ortizcongelados a 8.000 metros de altura tras verse sorprendidos por una tormenta con vientos de más de 150 km/h. En el Everest muere este año Xavier Lamas, al ser arrastrado por un alud cerca del campo base.

1996. Manuel Álvarez Díaz cae tras romperse una de las cuerdas de sujeción durante el descenso del Gasherbrum I (8.069). José Luis Zuloaga se vio sorprendido por un alud en el Shishsa Pagma.

1997. Joan Colet Vila, muere mientras ascendía el Nanga Parbat.

2000. Félix Iñurrategi hizo cima en el Gasherburn II (8.035 metros). En el descenso cae despeñado y fallece.

2001. Juan Leza Cruz pierde la vida por un edema pulmonar. Además, Aritz Artieda, Javier Arkauz, César Nieto, Beñat Arrue e Iñaki Ayerza mueren en el monte Pumori al ser sorprendidos por un alud. Y José Antonio Garcés Galindo muere cuando descendía del Dhaulagiri.

2002. Ginés Ruiz Fernández, se deja la vida en el Everest.

2003. José Manuel Buenaga cae al vacío cerca de la cunbre del Gasherbrum I.

2004. Al igual que Buenaga, José Antonio Antón López muere en el mismo monte y por las mismas causas. Daviz Ariz Munárriz pierde la vida en un alud en el monte Drifica (6.447 metros), en el Karakorum pakistaní. Manel de la Matta fallece por una peritonitis en el K-2 y Xabier Ormazábal perece tras hacer cima en el el Cho Oyu (8.201 metros).

2007. Guillermo Mateo Yeste muere como consecuencia de una caída en el Ama Dablam (6.856 metros), en el Himalaya nepalí. Santiago Sagaste y Ricardo Valencia, pierden la vida cuando un alud sepultó la tienda en la que dormían en el Dhaulagiri e Íñigo de Pineda Blanc sufre una caída de mil metros cuando descendía el Kanchenjunga.

Campamento base del Dhaulagiri sobre el glaciar del Chhonbardan. Foto: www.juanjogarra.wordpress.com

2008. Rafael Guillén, fallece por cansancio en el Dhaulagiri. Este mismo año Iñaki Ochoa de Olza, no puede salir con vida del Annapurna después de permanecer cinco noches a 7.400 metros de altitud en estado grave afectado por una lesión cerebral complicada por otra pulmonar.

2009. Luis María Barbero desaparece en el Gasherbrum II (8.035 metros). Oscar Pérez sufre una caída en la que se fractura una pierna y un brazo cuando intentaba el ascenso al Latok I, en Pakistán. El mal tiempo y las escasas posibilidades de encontrarlo con vida obligó a abandonar el operativo.

2010. Muere Tolo Calafat cuando descendía del Annapurna. De esa expedición era parte Juanjo Garra.

2012. Martí Gasull es sepultado por un alud a unos 7.000 metros de altura en el Manaslu (8.163 metros).

2013. Juanjo Garra muere al fracturarse un tobillo en el Dhaulagiri y pasar tres noches al raso a uno 8.000 metros de altitud.


Fuente: www.masdeporte.as.com

 


 







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