En esta nota, Lucas Sbriglio realiza un importante análisis acerca de la actividad de este increíble volcán de Mendoza y nos acerca a las causas de ello y a la cercana interacción entre glaciares y volcanes
En el sur de la provincia de Mendoza, dentro del Departamento de Malargüe, existe un paso fronterizo muy poco visitado sobre la Ruta Provincial 226 conocido como paso El Planchón o Paso Vergara.


Este paso tiene un gran valor histórico ya que por ese lugar pasó una de las columnas del ejército de los andes durante la campaña del Ejercito Libertador al mando del comandante Freire. Quien fuera enviado por el general José de San Martín a tomar la ciudad de Talca.
Freire ocupó la plaza de esa ciudad el 11 de febrero de 1817, en la víspera de la Batalla de Chacabuco que definió el triunfo patriota ante los españoles.

Es por esto que constituye un sitio de relevancia histórica siendo uno de los seis pasos (el más austral) que utilizó el general José de san Martin en su gesta libertadora.

Otro dato histórico de relevancia es que en esta zona yació la batalla de Peteroa que fue un enfrentamiento militar en el contexto de la guerra de Arauco sucedida en 1556. La batalla enfrentó a las fuerzas españolas al mando de Pedro de Villagra y las fuerzas mapuches comandadas por el cacique Lautaro.
El complejo volcánico Planchón-Peteroa-Azufre constituye un aparato volcánico compuesto ubicado en el límite de Argentina y Chile.
El Peteroa, (que proviene de los vocablos mapudungun "püthen" (quemarse) y "rogh" o "roa" (ramas), lo que significaría "ramas quemadas") es un volcán achatado de aprox. 3600 metros de altura sobre el nivel del mar (en su cráter), se encuentra ubicado entre los volcanes Planchón 3977 metros de altura (ubicado al Norte) y Azufre 4113 metros de altura (ubicado al Sur), ambos con alturas que superan la del Peteroa.


Durante su evolución geológica, se produjo el colapso de la mitad occidental del volcán Planchón que generó la avalancha de rocas más extensa registrada en tiempos recientes a lo largo del Valle del Río Claro, en Chile. Este evento catastrófico, ocurrido hace 12.000 años aproximadamente, convirtió la cumbre en un gran anfiteatro abierto hacia el oeste y piso plano.
En este sector se concentró la actividad eruptiva en los últimos 10.000 años, que abarcó la formación de cuatro cráteres.

La actividad de este volcán, registrada a partir del año 1660, ha alcanzado fases muy violentas, con características catastróficas en algunos casos. En 1751 tuvo otra gran erupción y en 1762 otra, descripta por el Abate Juan Ignacio Molina (destacado intelectual chileno del siglo XVIII, desarrolló gran parte de su obra científica en Bolonia, Italia, donde se radicó en 1767 luego de la expulsión de los Jesuitas del territorio chileno).

Del 9 al 17 de febrero de 1991 se inició la última gran erupción (antes de la actual) del volcán Peteroa del siglo XX. mientras que el 4 de septiembre de 2010 hubo una erupción de aproximadamente 48 días de duración, con inicio después de un período de aumento de la actividad fumarólica. La erupción comenzó con una columna eruptiva fuerte, de cerca de 1.800 metros de altura, para continuar posteriormente con una columna débil de 200 metros, por suerte el sector contiguo al volcán estaba deshabitado por el carácter temporal de los asentamientos en ese lugar.
Las imágenes captadas por los sistemas instalados en la zona permitieron seguir minuto a minuto la evolución del fenómeno.
Este cráter de aproximadamente de 4 Km. de diámetro contiene cuatro cráteres más pequeños ( a los cuales luego de esperar que llegaran el resto de los compañeros bajamos al más cercano a nosotros).
El Servicio Geológico Minero Argentino (Segemar) a través de su Observatorio Argentino de Vigilancia Volcánica (OAVV) informó que en la madrugada, de los primeros días de octubre, las estaciones de monitoreo volcánico instaladas en las inmediaciones del complejo volcánico Planchón Peteroa registraron un aumento en la actividad superficial, caracterizado por la emisión de material particulado fino, conocido como ceniza volcánica.
La nube de ceniza se extendió más de mil metros sobre la cumbre del volcán.
Las cámaras ubicadas en las inmediaciones registraron la emisión de material particulado fino y las cenizas alcanzaron una altura máxima de 250 metros sobre el nivel del cráter en dirección sureste.

Además, el monitoreo con sensores remotos registró (al inicio del mes de octubre) al menos 6 eventos de desgasificación de dióxido de azufre. “Las plumas de gases que alcanzaron hasta 100 km de distancia desde el cráter activo”.
Por otro lado, el procesamiento y análisis de las imágenes satelitales mostraron emisión de gases y vapor de agua proveniente del cráter, y detectaron una disminución del área de la laguna alojada dentro del cráter.
El volcán Peteroa entró en actividad. (Radio Mitre, Mendoza)
En mi última oportunidad de ascender a la cumbre del volcán tuve la posibilidad de ver hielo, yeso, humo de las fumarolas, agua y cenizas en un mismo plano que deja la vista perpleja y nos muestra algo que no es usual de ver en otras montañas por lo que nos tomamos el tiempo para filmar y fotografiar la hermosa vista que nos regalaba el volcán Peteroa dentro de su cráter principal y abajo, en el cráter secundario que escupía bocanadas de humo constantemente.

Vista de la erupción del volcán Peteroa de diciembre de 2018, y actualmente con alerta amarilla. Foto SEGEMAR
Volcán Planchón-Peteroa-Azufre.
Las fumarolas provenían de grietas de la roca en la base del cráter y al tocar el suelo donde caminábamos nos percatamos de que el mismo estaba tibio, uno siempre ha querido ver por dentro un volcán y estar allí era cumplir el sueño que nos permitía ver cuánto se había acercado nuestra imaginación cuando por ejemplo leíamos las novelas de Julio Verne de pequeños o veíamos esas películas de ciencia ficción.
Todavía quedaban restos de glaciares circundantes al cráter, aunque claramente ya no veíamos ni la mitad de lo que esperábamos encontrar, tras habernos interiorizado con la bibliografía que habíamos consultado antes de ir.
Riesgo de erupción en Mendoza: qué se sabe del volcán Planchón-Peteroa. Radio Somos Aguante.
Prácticamente desde la cumbre, baja el glaciar “El Peñón” que se dirige hacia los valles chilenos y uno no puede dejar de pensar en el efecto que tienen las erupciones sobre los glaciares que tienen ya una inestabilidad dada por el cambio climático y profundizada por este tipo de eventos naturales, lo que nos hace reflexionar sobre la relación entre los volcanes y los glaciares.
Esta relación entre ambos, es muy estrecha y va más allá del paisaje que comparten. Ambos conviven en un continuo desbalance, donde el comportamiento de uno incide directamente sobre el comportamiento del otro.
Por un lado, la actividad volcánica es capaz de moderar la extensión glaciar, mientras que, por otro lado, la extensión glaciar es capaz de moderar la actividad volcánica.
Esta continua dependencia ha permitido que ambos hayan logrado convivir en armonía por millones de años.
La Dirección de Protección Civil de la Municipalidad de Malargüe comunicó a la comunidad que el complejo volcánico Planchón-Peteroa presentó, en horas de la mañana del 6 de noviembre a partir de las 10:00, un incremento en su actividad superficial


Los efectos de una erupción volcánica sobre un glaciar ubicado en su cima son directos, ya que hacer erupción, un volcán puede emitir grandes cantidades de gases, roca fundida y fragmentos de roca a altas temperaturas muy por sobre la temperatura de fusión del hielo y esto estimula el derretimiento del hielo en las cercanías de las fuentes desde donde se está emitiendo material volcánico.
La anterior erupción ocurrió entre 2018 y 2019
Hay que tener encuenta que también pueden generar el efecto contrario a escala global ya que, los volcanes, al hacer erupción, emiten grandes cantidades de gases a la atmósfera. Entre estos gases está el dióxido de azufre (SO2) que al oxidarse se transforma en ácido sulfúrico (H2SO4), un compuesto altamente eficiente para reflejar la radiación solar.
Grandes erupciones son capaces de inyectar dióxido de azufre en la atmósfera a grandes alturas, alcanzando incluso la estratósfera (aproximadamente 10 kilómetros sobre la superficie terrestre).
Maravillosa fotografía del volcán Peteroa que entró en actividad. (Radio Mitre Mendoza)
En la estratósfera, es donde la oxidación del dióxido de azufre a ácido sulfúrico tiene mayor relevancia, ya que puede generar repercusiones a escala global.
Una vez en la estratósfera, el ácido sulfúrico se disemina libremente formando una delgada capa que puede cubrir el planeta y actuar como un reflector de la luz solar. La reflexión de la luz solar a esta altura produce un enfriamiento en la superficie terrestre el cual puede extenderse por un periodo de hasta cinco años.
El enfriamiento prolongado de la superficie terrestre contribuye a generar condiciones propicias para darle estabilidad a los glaciares, y en algunos casos gatillar su crecimiento.
El Complejo Volcánico Planchón-Peteroa
Si bien se ha demostrado que la actividad volcánica es capaz de estimular el crecimiento glaciar, el crecimiento de los cuerpos glaciares, por su parte, es capaz de moderar la actividad volcánica. Al estar en continua formación, los volcanes usualmente resaltan como altos topográficos donde es más favorable la precipitación de nieve.
Con las condiciones propicias de temperatura y precipitación, la sucesiva deposición de nieve llevará con el tiempo a la formación de cuerpos de hielo sobre el edificio volcánico. Al asentarse una masa de hielo sobre un volcán, ejerce un peso adicional sobre la cámara magmática en su interior, limitando así la cantidad de material fundido que puede almacenarse, lo que, a su vez, limita la capacidad de producir una erupción.
Por el contrario, si diversos factores ambientales reducen la cobertura glaciar sobre un volcán, se producirá una descompresión de la cámara magmática.
La descompresión de la cámara favorecerá la acumulación de material fundido en su interior aumentando así la posibilidad de generar una erupción.



El planeta tierra está siendo constantemente modelado por la interacción de los distintos sistemas terrestres. Las interacciones entre volcanes (litosfera) y glaciares (criosfera) demuestran que ellos no solo comparten un entorno en común, sus procesos y dinámicas los hacen muchas veces dependientes el uno del otro.
Por más antagónicos que parezcan, muchas veces el fuego y el hielo se necesitan el uno al otro para subsistir.


https://old.culturademontania.org.ar/articulo/646cc94cfc0d3efac6f6e774
J. Lucas Sbriglio: Montañista apasionado desde su Mendoza natal, veterinario, Magister en zonas áridas, socorrista WFR y consultor ambiental.
@lucassbriglio
lucassbriglio@hotmail.com
Mgtr. Vet Lucas Sbriglio Diplomado en gestión de proyectos ambientales y culturales, logística de montaña.
@lucassbriglio
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https://www.glaciareschilenos.org/ciencia/glaciares-y-volcanes-una-relacion-de-dependencia-entre-el-hielo-y-el-fuego/













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