Los pueblos originarios como los mapuches y calchaquíes, la utilizaban para curar diversas dolencias y también como brújula natural por lo peculiar de sus hojas. Actualmente es reconocida como un símbolo cultural, habiendo sido declarada "Flor provincial" de la provincia de Mendoza
Del libro “La Dosis Natural” de Florence Williams, rescataré algunos párrafos, que concuerdan con mi pensamiento y creo que con el de todo montañés y que tiene que ver con que, estar más tiempo en la naturaleza nos hace más felices, más sanos y más creativos.
…Estudios del psicólogo y arquitecto Roger Ulrich demostraron que las vistas a la naturaleza ya sea en el techo o las paredes o a través de una ventana, sustentan un incremento de la productividad del trabajador, la reducción de estrés en el trabajo, mejores niveles académicos y en exámenes, así como una menor agresión en los residentes de los centros urbanos.
…Pasar un tiempo mirando la naturaleza nos hace menos violentos.
…Si tienes tiempo para unas vacaciones, no vayas a una ciudad, anda a un área natural. Trata de ir un fin de semana por mes. Anda a un parque al menos una vez por semana. Hacer jardinería es bueno. En caminatas por la ciudad, trata de caminar bajo los árboles no a campo traviesa. Anda a un lugar tranquilo. Cerca del agua también es bueno.
…Un 50% de mejora en la creatividad después de solo unos días en la naturaleza
…Art Kramer, destacado especialista en el mundo de la neurociencia por mostrar cómo el ejercicio físico protege el cerebro de la disminución cognitiva por el envejecimiento.
…La actividad física provoca que crezcan nuevas células cerebrales en especial en áreas relacionadas con la memoria, la función ejecutiva y la percepción espacial.
…Louv define lo que ocurre cuando la gente, en particular los niños, pasan poco o ningún tiempo fuera de entornos naturales. Esto, define : redunda en problemas físicos y mentales, incluidos ansiedad y distracción.
…Ciertos estudios muestran que cuando la gente camina en la naturaleza, se obsesiona menos con pensamientos negativos que cuando camina en una ciudad.
Para quienes tienen el hábito de salir a la naturaleza, a la montaña, llevar un botiquín complementario es muy recomendable.
Hoy describiré una planta que es bueno tener en cuenta para llevar en estas ocasiones, se trata de la Jarilla o Larrea. Se pueden llevar 20 gramos de Jarilla, (conservadas en bolsa ziploc bien cerrada), para que no esté expuesta a la humedad o se moje en la travesía.
Generalmente en las herboristerías nos dan las plantas en bolsas de papel, por lo que es conveniente apenas se pueda, guardarlas en frascos de vidrio preferentemente, en lugar no expuesto al sol y no húmedos hasta el momento de ser llevadas a nuestra expedición o paseo.

La jarilla, pertenece a la familia Zygophyllaceae.
Los tres tipos de arbustos: Larrea Cuneifolia (jarilla macho), Larrea Divaricata (hembra) y Larrea Nítida (crespa o fina) expresión latina que significa brillante.
Larrea es el nombre genérico que designa a la jarilla, en honor a Juan Antonio Hernández Pérez de Larrea (1730-1803), clérigo español estudioso de la botánica.
Su nombre mapuche es "koehue".
Las jarillas son plantas nativas, crecen de forma silvestre y abundante en el país, tanto que muchos la consideran un yuyo, sin embargo la mala utilización de ella hizo que esté protegida por Ley.
Tienen un promedio de vida de 25 a 30 años. Son arbustos ramosos de tallos leñosos ramificados desde la base.

Tienen una función muy importante para el suelo. Cuando sus hojas caen, forman una estructura que protege al suelo de lluvias y vientos. La jarilla mantiene el equilibrio con el suelo y la temperatura. Se debe tener cuidado con los desmontes: al quedar los suelos desnudos junto a las lluvias y vientos, producen más inundaciones, más cambio climático, aumentando los niveles de gases de efecto invernadero creciendo el calentamiento global.

Se la considera nodriza, es decir que debajo de la copa de éste arbusto crecen otras plantas herbáceas.
Con lluvias tan escasas, las jarillas han desarrollado largas raíces y mecanismos para evitar la transpiración a través de sus hojas, características que comparten con las demás especies vegetales dentro del paisaje seco, propicio para las arbustivas xerófilas, es decir, adaptadas para sobrevivir en ambientes secos.

Las jarillas tienen flores amarillas que perfuman el ambiente en primavera. La flor tiene cinco pétalos, y por debajo de ellos, se encuentran otros órganos denominados sépalos, también son cinco. Los sépalos y los pétalos protegen a los órganos de reproducción de la flor. Éstos, llegado el momento, producirán la semilla que estará protegida por el fruto. Las flores de todas las especies de “jarilla” son hermafroditas, es decir tienen órganos de reproducción femeninos y masculinos.

La Flor de la jarilla fue declarada en la provincia de Mendoza, como flor provincial a través de la Ley 7.618. La normativa estableció el 10 de noviembre como el día para rendirle homenaje. La iniciativa persigue fomentar la radicación de esta planta emblemática en parques y paseos públicos.

La Convención Internacional para el Tráfico y Comercio de Especies de Flora y Fauna Silvestre (CITES), asegura que la jarilla no es una especie categorizada en extinción, pero se mantiene alerta su protección y conservación ya que es muy usada culturalmente.

Mendoza cuenta con un Banco de Germoplasma, que tiene por objetivo proteger la biodiversidad y fortalecer la capacidad de desarrollar plantines con el objetivo de restaurar las zonas degradadas por los incendios, sobre pastoreo o cambio del uso del suelo.
Durante décadas, la jarilla fue usada como combustible, por lo cual esta especia ha sido intensamente castigada en distintos pueblos y ciudades.
Esta explotación dio origen a un oficio: el jarillero, que era la persona que reunía la leña en haces en el campo y la llevaba hasta los pueblos y ciudades para venderla.
Fruto
El fruto está cubierto de pelos muy cortos, es de color blanco grisáceo, tipo cápsula, con semillas lisas que tienen forma de riñón. Fructifica en enero.
En Argentina se encuentran en zonas áridas y montañosas, desde Salta hasta Chubut.
En general los lugares característicos donde crece la Jarilla suelen ser secos, áreas antiguamente sometidas a pastoreos o que hayan sufrido incendios periódicos en algún momento, lo que la hace una planta altamente resistente a suelos hostiles.
Es un género típicamente america
no, propio de las regiones secas del oeste de Sudamérica, México y sudoeste de Estados Unidos. Existen cinco especies, de las que tres viven en Sudamérica.
En Mendoza predomina en casi todo el territorio.
Existen 3 especies de jarillas que podemos encontrar en Mendoza:
Jarilla hembra (Larrea Divaricata)
Expresión latina que significa extendida, conocida también por nuestros originarios, como jarilla de los médanos.
Popularmente se la llama jarilla hembra, debido a la forma acorazonada de sus hojas.
Puede medir hasta 5 metros. Sus flores reciben el polen de otra flor o planta antes de comenzar a liberar su propio polen. Si en el momento de la floración no hay insectos u otros animales que transfieran el polen de una flor a otra, la planta es capaz de autopolinizarse y producir algunas semillas. Fue uno de los vegetales tintóreos de los calchaquíes, su color de tinte es un fuerte amarillo.




Jarilla macho (Larrea Cuneifolia)
Expresión latina que significa con hojas de base cónica.
Puede medir hasta 3 metros de altura. Se conoce como jarilla orientadora debido a que sus hojas se disponen con el frente hacia el este y el reverso hacia el oeste, por lo que el perfil se orienta hacia el norte y el sur, evitando el fuerte sol del mediodía y la deshidratación. Los pueblos originarios la usaban como brújula natural. Mirando la hojita de frente, el norte está a la derecha y el sur, a la izquierda.


Jarilla crespa (Larrea Nítida) o Jarilla de río
Es un arbusto ramoso, leñoso y resinoso; pero con más brillo debido a su mayor contenido en resinas y en general no tan alto: hasta 1 metro.
La jarilla “de río” vive en general a mayor altitud: entre los 1500 y los 3000 metros Sus frutos son de color marrón. “Es la jarilla más próxima a los cursos de agua.
Las hojas también compuestas, tienen entre 5 a 8 folíolos.
Fue utilizada como combustible, llegando a desaparecer en algunas zonas por su intensa explotación. En sus cenizas se ha descubierto la presencia de uranio.
Los huarpes le destinaban muchos usos medicinales, siendo los principales: antirreumática y emenagoga (que estimula el flujo sanguíneo en el área pélvica).



Antioxidantes, antiinflamatorias, antimicrobianas, antirreumáticas, actividades antitumorales, además de aportar vitaminas y minerales, que fueron de estima para los pueblos originarios.

Por su parte, como esta planta contiene una notable cantidad de yodo y potasio, tiene buenos efectos como depurativo de la sangre, libera al organismo de toxinas, por lo cual es empleada contra los casos de tuberculosis, reumatismo, gota, sabañones, ciática, inflamaciones de la boca, cólicos con diarrea, hemorroides, flujo blanco, y demás, y contra todo tipo de enfermedades de la piel, las que requieren una depuración completa para poder curarse, hipotensivos, rubefacientes, diaforéticos, febrífugos, oxitócicos, emenagogo, odontálgico, antitusivo y para tratar infecciones fúngicas y bacterianas.

Infusión o té se utiliza contra el cólera, fiebres intermitentes y para disminuir el dolor causado por luxaciones y fracturas.
Infusión de hojas al 20 x mil (20 gramos por 1 litro de agua), tres tazas al día. Depurativa de la sangre, afecciones hepáticas, renales, expectorante pulmonar, afecciones de piel.

En baños fríos y calientes, alternados varias veces al día para pies cansados e irritados.
Estudios de laboratorio realizados por científicos del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas), principal organismo dedicado a la promoción de la ciencia y la tecnología en La innovación en el proceso extractivo de la Jarilla demostró, en asociación y sinergia con el extracto de Café (Coffea arábica), la inducción del crecimiento del cabello, disminución de la caída, engrosamiento del cabello y para controlar la caspa.
El Laboratorio Garré Guevara y biólogos del Instituto Darwinion del CONICET llevaron adelante una investigación de la jarilla en distintas provincias del país concluyendo que la Jarilla que crece en la provincia de La Rioja, en Argentina, contiene las propiedades óptimas para la elaboración de los productos de su línea ECOHAIR.
Además, junto con la provincia de La Rioja y el Ministerio de Ambiente de la Nación, Laboratorio Garré Guevara obtuvo el certificado de cumplimiento con el Protocolo de Nagoya, que apunta a preservar la identidad del uso del recurso genético de la Jarilla en su región de origen, la cual es única por sus condiciones ambientales.
Es la primera empresa argentina que obtiene este certificado expedido por la Organización de las Naciones Unidas. Al incluir la identidad genética de la Larrea divaricata ningún otro país del mundo podrá hacer uso de este recurso genético, sin la autorización del Estado Argentino.
La Jarilla contiene gran cantidad de yodo y potasio
Uso tópico: puede aplicarse externamente en forma de cataplasma machacando la hierba y aplicando directamente sobre la zona a tratar, o bien en forma de compresas, remojando y aplicando un pañuelo con la infusión o decocción de las partes aéreas, a razón de 10-20 gramos de hoja por litro de agua. sus hojas se utilizan como la base de un ungüento que se aplica sobre luxaciones y fracturas para reducir la inflamación. Esta preparación también sirve para aliviar la inflamación que se produce en la boca por úlceras o por un dolor de muelas. A su vez, el tópico es antifúngico, por lo que es eficaz para combatir los hongos de los pies y el olor que estos generan.
La Jarilla en infusión de sus hojas 20gramos por 1 litro de agua nos depura la sangre, afecciones hepáticas, renales, expectorante pulmonar, afecciones de piel
Actualmente, la sustancia resinosa contenida en sus hojas es de uso tópico como remedio veterinario. Los jarilleros le dieron un uso veterinario a las hojas de jarillas para curar los vasos gastados de los caballos y de las mulas: sobre una piedra caliente se colocan hojas de la planta y se apoyan cada una de las patas del animal durante unos minutos. El humo de la resina endurece los poros reblandecidos del vaso.
En un marco más científico, los veterinarios utilizan la sustancia resinosa de las hojas para curar los esparavanes de los caballos y las mulas.

Por otro lado, el excedente de los tallos, como los gajos y las ramas, se aprovecha para obtener el color verde de las tinturas. En cuanto a su función ornamental, el paisajismo suele utilizar este arbusto debido a su altura y a sus ramas extendidas en horizontal. De las jarillas también se aisló el ácido nordihidroguayarético, un antioxidante de aceites y grasas comestibles que se destaca por su eficaz poder en mínimas concentraciones.
A su vez, desde el aspecto espiritual, se cree que las ramas de la planta son efectivas para ahuyentar las malas energías, por eso, se utilizan para salpicar con agua a las personas y, de alguna manera, protegerlas. En el campo, se suelen colocar trozos dentro de los establos y los corrales de animales.

Los componentes principales de la resina son: polifenoles (entre los que destacan lignanos, ácidos fenólicos y flavonoides), taninos, ceras, alcaloides y constituyentes volátiles como terpenos. La resina externa de las hojas está compuesta de aproximadamente en un 50% de un lignano llamado ácido nordihidroguayarético (NDGA), característico del género Larrea.

Embarazo, lactancia, niños, hepatitis en curso. Contiene ácido nordihidroguayarético (NDGA), un lignano con efectos nefrotóxicos y hepatotóxicos. La presencia de NDGA hace controvertido el uso de L. divaricata, especialmente su uso en grandes dosis o durante tiempos prolongados. La cantidad de NDGA es mayor en extractos alcohólicos que en extractos acuosos (EA).

La jarilla no se encuentra en el listado negativo de drogas vegetales emitido por autoridades sanitarias de Argentina correspondiente a la disposición no 1788 (Boletín Oficial, 2000).

Canción del Jarillero
(Pregón serrano)
Señora, le doy lo que tengo
está el carro lleno
de jarilla, chilca, pichana y romero.
Todo yo le ofrezco, mil yuyos del cerro,
por una mirada, Señora de los ojos negros.
Letra y música: Hilario Cuadros
Referencias
www.siembranatural.com.ar
www.ecohair.com.ar
www.lanacion.com.ar
huellas cuyanas. blogspot.com
www.rionegro.com.ar
diariosanrafael.com.ar
diariomovil.info
www.instagram.com/p/COKD









Centro cultural Argentino de Montaña 2023