Cultura · La Montaña y el Hombre

11 de Diciembre, día Internacional de las Montañas

Agricultura y Refugios de Montaña

CCAM

Edición: CCAM



Noticias publicada el  11/12/2014 -
 

Guillermo Martin, Director del CCAM
 

El Día Internacional de las Montañas es una oportunidad para crear conciencia sobre la importancia de las montañas para la vida, destacar las oportunidades y limitaciones en el desarrollo de las montañas y crear alianzas que generen cambios positivos en las montañas y las tierras altas del mundo.

Este año, el tema del Día Internacional de las Montañas es la Agricultura de Montaña. Aquí teneos ocasión de despertar la conciencia acerca de cómo la agricultura de montaña, que es predominantemente agricultura familiar, ha sido un modelo de desarrollo sostenible a través de los siglos.

El Día Internacional de las Montañas 2014 ofrece una ocasión para poner de relieve cómo la agricultura familiar en las regiones de montaña está experimentando una rápida transformación debido al crecimiento de la población, la globalización de la economía, la urbanización y la migración de los hombres y los jóvenes hacia las zonas urbanas.

Al mismo tiempo, estos cambios pueden ofrecer oportunidades para el desarrollo local.Las personas que viven en las zonas de montaña pueden diversificar sus ingresos participando en actividades interesantes, como el turismo, creación de productos de montaña de valor elevado y artesanías. Un entorno normativo favorable que incluye inversiones adecuadas podría mejorar el acceso de los agricultores a los recursos y aumentar su capacidad de generar ingresos.

El tema se enlaza con el Año Internacional de la Agricultura Familiar 2014 proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, así como con el Programa Internacional de Investigación y Capacitación para la Ordenación Sostenible de las Zonas de Montaña (IPROMO), un curso sobre agricultura familiar de montaña, por una parte, y la publicación FAO/MP 'La agricultura de montaña es agricultura familiar'.

Jueves 11 de diciembre, se celebra el Día Internacional de las Montañas. Foto: FAO, www.fao.org

 

Fuente: - FAO, www.fao.org

 

Los Refugios de Montaña en el Día Internacional de las Montañas

El jueves 11 de diciembre, se celebró el Día Internacional de las Montañas, un evento patrocinado por la ONU. Este año el protagonista es la agricultura de montaña. En nuestro país la FEDME aprovechará la conmemoración para premiar a los refugios de montaña que más esfuerzos han hecho por adaptarse a las nuevas demandas de gestión ambiental.

En este año 2014 quiere difundir el compromiso de muchos refugios de montaña con el medio ambiente y proponer la extensión de la gestión ambiental a todos los refugios en los que, por sus condiciones, sea posible.

Según reza en su argumentario, el Día Internacional de las Montañas es una oportunidad para crear conciencia sobre la importancia de las montañas para la vida, destacar las oportunidades y limitaciones en el desarrollo de las montañas y crear alianzas que generen cambios positivos en las montañas y las tierras altas del mundo.

El Día Internacional de las Montañas tiene su origen en 1992 durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo. El creciente interés acerca de la importancia de las montañas llevó a la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas a declarar 2002 como Año Internacional de las Montañas y a cada 11 de diciembreDía Internacional de las Montañas a partir de 2003.

La Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada suele utilizar la efemérides para dar a conocer documentos y líneas de actuación relacionados con el futuro del montañismo y las montañas.

El año 2001 se firmó en Cangas de Onís la Declaración de Picos de Europa sobre Refugios de Montaña en Parques Nacionales. Fue firmada por los representantes de los Parques Nacionales de Picos de Europa, Sierra Nevada, Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, Ordesa y Monte Perdido, Teide, Caldera de Taburiente, la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada y las federaciones autonómicas de Andalucía, Aragón, Asturias, Canarias y Cataluña.  Se ponía la primera piedra para impulsar un nuevo tipo de refugio de montaña de cara el siglo XXI.

En la Declaración se manifestaba que “Los refugios tienen que erigirse en ejemplo de la compatibilidad de la actividad montañera con la conservación de la naturaleza. Los refugios situados en el interior de los Parques Nacionales han de constituir un modelo de gestión de infraestructuras en el medio natural, extensivo a otras áreas de montaña. Ello implica conseguir una captación de recursos ambientalmente satisfactoria, un uso racional de las energías, una minimización de los residuos producidos y su reciclaje y evacuación, y unos sistemas de saneamiento y mantenimiento adecuados. A estos efectos las Administraciones competentes prestarán el apoyo que en cada caso resulte procedente para su adaptación progresiva.”

La Federación Aragonesa de Montañismo, una de las firmantes, decidió apostar por la implantación en sus refugios del sistema de gestión ambiental ISO 14001, si bien para ello hacía falta que estuviesen adaptados a la propia normativa aragonesa específica de refugios de montaña y al resto de normativas, lo que conllevaba una importante inversión que sólo con ayuda de las administraciones públicas podía llevarse a cabo.

Este año, la FEDME ha concedido el Premio “Montañismo y medio ambiente” a los refugios que tienen implantado el sistema de gestión ambiental “ISO 14001”. Desde hace más de diez años, dos refugios vienen preocupándose de la renovación periódica de la certificación ambiental, El Forcau-Angel Orús y Lizara, ambos de la Federación Aragonesa de Montañismo.  El próximo día 13 de diciembre se les hará entrega del premio.


Fuente: - www.desnivel.com
              - FEDME, www.fedme.es


Las Montañas: Clave para el futuro sostenible

Las montañas abarcan el 27 por ciento de la superficie de la tierra y desempeñan un papel crucial en el avance del mundo hacia el crecimiento económico sostenible. No sólo aportan el sustento y el bienestar a cerca de 720 millones de personas que viven en ellas, sino que además benefician indirectamente a miles de millones de personas que residen en las tierras bajas.

Las montañas, en particular, suministran agua dulce, energía y alimentos, recursos que serán cada vez más escasos en décadas futuras. Sin embargo, también albergan un alto grado de pobreza y son muy vulnerables al cambio climático, la deforestación, la degradación de los suelos y los desastres naturales.

El reto está en identificar oportunidades nuevas y sostenibles que puedan aportar beneficios tanto a las comunidades de las tierras altas como de las tierras bajas y ayudar así a erradicar la pobreza, sin contribuir por ello a la degradación de los frágiles ecosistemas de montaña.

El compromiso y la voluntad de avanzar en esta causa se reforzaron durante el Año Internacional de las Montañas en 2002, y las montañas han adquirido un perfil cada vez más destacado en los programas de todos los niveles.

Asimismo, el Año dio como fruto la resolución 57/245, en la que la Asamblea General declaró el 11 de diciembre «Día Internacional de las Montañas», a partir de 2003, y alentó a la comunidad internacional a que ese día se organizaran actos a todos los niveles para resaltar la importancia del desarrollo sostenible de las montañas.

Monte Fitz Roy. Foto: David, www.armonicosdeconciencia.blogspot.com.ar


Desarrollo sostenible de las zonas de montaña

EL TEMA

Las montañas cubren aproximadamente un cuarto de la superficie terrestre y albergan al 12 por ciento de la población humana. Las montañas se caracterizan por su enorme diversidad a nivel mundial – pasando de los bosques tropicales lluviosos a las nieves y hielo permanentes; de los climas con más de 12 m de precipitación anual a los desiertos de altitud; del nivel del mar hasta los 9.000 m de altitud. Las montañas representan los depósitos de agua del mundo – y proveen de agua dulce a al menos mitad de la población mundial. Sin embargo, las montañas también constituyen ambientes de alto riesgo; avalanchas, deslizamientos de tierra, erupciones volcánicas, terremotos e inundaciones de los lagos glaciales amenazan la vida en las regiones montañosas y zonas aledañas. Las montañas desempeñan un papel importante al influenciar los climas en las distintas regiones y en el mundo, así como las condiciones meteorológicas.

Los pueblos de las regiones montañosas figuran entre los más pobres y desfavorecidos. Éstos se enfrentan a menudo a la marginación política, social y económica, así como a la falta de acceso a los servicios básicos de salud y educación. Además, los retos mundiales actuales, tales como el cambio climático, el desarrollo económico y el crecimiento de la población, exacerban las dificultades que los pueblos de las montañas enfrentan. Los enfoques de desarrollo sostenible son por lo tanto, particularmente importantes en las regiones montañosas. En el curso de las generaciones, los pueblos de las montañas han aprendido a convivir con la amenaza de los peligros naturales y han desarrollado y adaptado apropiadamente sus sistemas de uso de la tierra para hacerlos resistentes a los riesgos. Sin embargo, es evidente que las regiones montañosas se han vuelto cada vez más sujetas a desastres en las últimas décadas.

Parque Nacional Talampaya. Foto: Rodolfo Edelman, www.armonicosdeconciencia.blogspot.com.ar

 

LA GESTIÓN

Para dar respuesta a los desafíos y amenazas a nivel mundial, se requiere de enfoques integrados, holísticos y participativos que aborden todos los aspectos de la sostenibilidad. Las necesidades específicas y las interconexiones de los distintos aspectos del desarrollo sostenible en las zonas montañosas, tales como el agua, la diversidad biológica, el turismo y la infraestructura, los cuales deben ser tomados en cuenta. Para alcanzar el desarrollo sostenible de las montañas, es fundamental que todos los actores interesados participen y se realice una sensibilización acerca de los ecosistemas de montaña, su fragilidad y problemas más importantes, así como acerca de las maneras de enfrentarlos.

El desarrollo sostenible y la protección de las regiones de montaña, además del mejoramiento de las condiciones de vida locales, debería ser el núcleo de la legislación en materia de zonas montañosas. Dicha legislación debe abordar la protección de las minorías étnicas y la herencia cultural de los pueblos de las montañas, así como reconocer los derechos de propiedad comunitarios. Muchas cadenas montañosas son transfronterizas, de manera que el desarrollo sostenible de las zonas montañosas requiere de la cooperación internacional.

EL CAMINO POR DELANTE
 

En el ámbito de las políticas es necesario fortalecer las políticas existentes, así como crear políticas nuevas e innovadoras en las instituciones, en los ámbitos nacional, regional e internacional, así como mecanismos basados específicamente en los temas relacionados con las montañas; asimismo, los gobiernos deberían poner más atención a la gestión de riesgos en las zonas montañosas a través del desarrollo de medidas, enfoques y políticas para la prevención, mitigación de los desastres naturales y la rehabilitación de los servicios públicos después de los desastres. También es necesario implementar infraestructuras de transporte y comunicaciones. La participación activa de los pueblos de las montañas en los procesos de toma de decisiones, con especial énfasis en el papel de las mujeres, es de grandísima importancia, pues garantizaría que el reconocimiento de las culturas, tradiciones y conocimientos indígenas sea plenamente reconocido e incluido en el desarrollo de las políticas y la planificación en las regiones montañosas, y que el acceso y los derechos reconocidos a la tierra y a los recursos naturales sean respetados.

En la Isla del Sol, Bolivia. Foto: www.sontushuellaselcamino.wordpress.com

 

Vista del Wayna Picchu, Machu Picchu, Perú. Foto: www.sontushuellaselcamino.wordpress.com

 

En el ámbito económico, los niveles de inversión y financiación para el desarrollo sostenible en las regiones montañosas, en los ámbitos mundial, regional, nacional y comunitario, deberían ser incrementados, a través de una mejor integración con el sector privado. Los pagos por servicios ambientales (PSA) mejorarán la situación económica de las comunidades de las regiones montañosas, representando así una forma innovadora de financiar los proyectos de desarrollo sostenible. Todos estos esfuerzos deberían ser respaldados por un ambiente amigable y de apoyo a la promoción de productos y servicios de alta calidad de las zonas de montaña, como un medio para mejorar las condiciones de vida de la población y proteger el ambiente, facilitando también el acceso de las zonas de montaña a los mercados internacionales.

La gestión sostenible de los recursos naturales es fundamental para promover la conservación y el uso sostenible de los recursos, cada vez más escasos en las zonas de montaña, tales como el agua, la diversidad biológica, los bosques, los pastos y los suelos. Ante el cambio climático y la cada vez más frecuente incidencia y amenaza de peligros naturales, es de vital importancia incrementar la sensibilización, la prudencia y la eficiencia en la gestión de los recursos naturales en las zonas de montaña, e implementar las medidas específicas para la adaptación y la mitigación.

En el ámbito internacional, la promoción de iniciativas para la cooperación transfronteriza, con particular atención a los vínculos entre aguas arriba-aguas abajo, así como el apoyo a los países en desarrollo y a los países con economías en transición en sus esfuerzos hacia el desarrollo sostenible de las zonas de montaña, mediante la cooperación bilateral, multilateral y Sur-Sur aportará resultados concretos. Además, el respaldo de los esfuerzos de colaboración de la Alianza para las Montañas, el fomento de la participación activa de sus miembros y mayores esfuerzos para incluir y promover los temas relacionados con las montañas en los debates y negociaciones internacionales, especialmente en lo que se refiere a los tres principales convenios de la Organización de las Naciones Unidas,(el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) y su Programa de Trabajo sobre la Diversidad Biológica en las Montañas, la Convención de las Naciones Unidas sobre la Desertificación (CNUD) y la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), el Foro de las naciones Unidas sobre el Agua y el Foro Mundial del Agua se convertirán en una enorme asamblea de participación proactiva.

El fomento de capacidades, sin lugar a dudas, promoverá el desarrollo sostenible de las montañas en todos los ámbitos. Por ello es fundamental respaldar los esfuerzos destinados a mejorar el conocimiento de los elementos promotores de cambio que afectan a las regiones montañosas, así como fortalecer la recopilación de datos desagregados acerca de las zonas de montaña, como base para la toma de decisiones y la elaboración de políticas de manera informada. En el contexto del cambio climático, uno de los principales requisitos consiste en redoblar los esfuerzos para vigilar los glaciares y los patrones de escorrentía en las zonas montañosas, a fin de evaluar la disponibilidad de agua en el futuro.

Cerro Ritacuba Blanco, sierra de Santa Marta, Colombia. Foto: www.warnerrojasch.blogia.com

 


Fuente: - ONU, www.un.org
              - FAO, www.fao.org
 

 


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